Preocupación por el riesgo climático: un panorama variado
-
Las variaciones regionales son notables: en EE.UU. ha aumentado ligeramente la preocupación por el riesgo climático, del 19% en 2024 al 21% este año. En Francia, la preocupación ha aumentado al 24%, frente al 18% del año pasado. De cara a 2026, se prevé que la preocupación global descienda al 19%.
-
-
No prepararse, prepararse para fracasar
Es probable que las repercusiones de una catástrofe natural afecten a todas las operaciones empresariales. Tanto si la sede central se ve físicamente afectada como si partes de la cadena de suministro no pueden funcionar, una empresa se desestabilizará rápidamente si no dispone de los planes y la protección adecuados.
Por ejemplo, la mayoría de las empresas dependen de una serie de opciones de transporte para mantener sus negocios en movimiento: desde buques de carga que atraviesan puertos, camiones que cruzan países o aviones de carga que entregan mercancías. Si se interrumpen las entregas, se cierran los puertos o se cancelan los vuelos de carga, el impacto puede ser rápido, significativo y difícil de rectificar.
-
Al bajar la productividad, disminuyen los ingresos y, en última instancia, se resiente la satisfacción del Cliente. Los sucesos de esta naturaleza son ajenos a cualquier sector, y a menudo afectan a la agricultura, la aviación, el transporte o el turismo. En casos extremos, se crea un efecto dominó en todo el mundo, que afecta no sólo a una economía, sino a muchas.
La naturaleza rara vez se precipita, y los acontecimientos pueden durar mucho tiempo, dejando a las empresas atrapadas en el limbo. Es esencial examinar toda la cadena de suministro, para garantizar que se mitiga el origen de las perturbaciones y cualquier causa relacionada con el clima. Sin embargo, dada la imprevisibilidad de estas catástrofes, disponer de protección será, en última instancia, la garantía más sólida.
-
"Las empresas tienen que pensar en el futuro y pensar qué podría ocurrir que quizá no se hubiera esperado que ocurriera hace 20 años"
David Schechter, Jefe del Grupo de Siniestros Medioambientales, Beazley
-
Exposición medioambiental
El impacto de los fenómenos meteorológicos extremos va más allá de lo inmediato. Las inundaciones provocadas por los huracanes y las lluvias torrenciales pueden causar una contaminación importante al atravesar plantas químicas y fábricas, arrastrando sustancias tóxicas y productos químicos a la capa freática, perjudicando al medio ambiente local.
Las empresas deben tener en cuenta las nuevas exposiciones medioambientales en su planificación de riesgos. Los incendios forestales se han afianzado en zonas donde antes no se producían, y las zonas no inundables tienen ahora inundaciones. El huracán Helene llegó a Carolina del Norte el viernes 27 de septiembre de 2024, trayendo lluvias históricas, fuertes vientos y tornados generados por la tormenta3. Aunque no es desconocido que Carolina del Norte sufra el impacto de los huracanes, la devastación creada por las inundaciones fue significativa. Lo que pone de relieve que las empresas que antes no se veían afectadas por catástrofes naturales deben empezar a crear planes de respuesta de emergencia y asignar capital para gestionar estos acontecimientos inesperados. Ya que las empresas sin la protección adecuada pueden ser responsables de los daños, enfrentarse a importantes costes de limpieza, interrupciones de las operaciones comerciales, considerables riesgos para su reputación y posibles demandas y acciones colectivas en EEUU.