La percepción no siempre coincide con la realidad. En 2025, los directivos globales sobreestimaron el riesgo político, lo que amplió la brecha entre las expectativas y los resultados.
Mientras tanto, la preocupación por la guerra y el terrorismo ha crecido de forma constante desde 2021, pero sigue siendo el menos urgente de los cuatro riesgos clave.
La incertidumbre económica se subestimó por primera vez desde 2022, mientras que la inflación se convirtió en la principal preocupación, que los líderes esperan que se mantenga elevada hasta 2026. Estas ideas revelan cómo están evolucionando las percepciones del riesgo y dónde pueden ser necesarias estrategias de resiliencia para ponerse al día.