Los atacantes emplearán nuevas tácticas y estrategias
Los atacantes emplearán nuevas tácticas y estrategias
Los ciberdelincuentes mejoran constantemente sus tácticas para aumentar la presión sobre sus víctimas, ya que buscan maximizar el retorno económico de sus ataques.
Los empleados necesitarán formación adicional sobre los riesgos de la IA a medida que estos sigan evolucionando en 2024. Los equipos de recursos humanos, por ejemplo, deben estar preparados para que los ciberdelincuentes hagan uso de bots de IA con el objetivo de ganarse la confianza de los empleados.
Las organizaciones también deben ser conscientes de que los ciberdelincuentes incrementarán la extorsión publicando en Internet datos personales, dejándolos accesibles para el público y aumentando la presión para pagar un rescate. Una organización nombrada en el blog de un ciberdelincuente puede convertirse en objetivo de otros ciberdelincuentes que podrían solicitarle el pago de un rescate, afirmando falsamente ser el grupo que está detrás del incidente.
Otros riesgos de la exposición pública de los datos son, por ejemplo, que los datos públicos afecten a la estrategia de la empresa, como puede ser una fusión o adquisición (M&A); o que invaliden derechos de propiedad intelectual, especialmente cuando se roban secretos comerciales.
En los últimos meses hemos visto un aumento de los ciberataques contra infraestructuras críticas, principalmente instalaciones de tratamiento de aguas. Los ciberdelincuentes ya no siguen las mínimas reglas de juego que antes se respetaban, lo que indica una mayor indiferencia por los límites éticos. Esto podría poner en mayor riesgo otros activos críticos, como hospitales y centrales nucleares. Es un triste recordatorio del panorama cada vez más peligroso de la ciberseguridad, que exige vigilancia y sólidas medidas de protección."
Los datos presentados en este Cyber Services Snapshot proceden de incidentes globales notificados a Beazley entre 2021 y 2023.
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En los últimos meses hemos visto un aumento de los ciberataques contra infraestructuras críticas, principalmente instalaciones de tratamiento de aguas. Los ciberdelincuentes ya no siguen las mínimas reglas de juego que antes se respetaban, lo que indica una mayor indiferencia por los límites éticos. Esto podría poner en mayor riesgo otros activos críticos, como hospitales y centrales nucleares. Es un triste recordatorio del panorama cada vez más peligroso de la ciberseguridad, que exige vigilancia y sólidas medidas de protección."
