El nivel de preocupación en torno a los riesgos para la reputación parece sorprendentemente bajo, teniendo en cuenta que la reputación y el valor de la marca tienen un impacto directo en las ventas, la rentabilidad de una empresa, el precio de sus acciones y la lealtad de los clientes. El cóctel de riesgos que pueden dañar la reputación de una empresa es cada vez mayor y equivocarse puede acabar en una demanda judicial.
¿Cómo pueden los directivos verificar que están preparados para una crisis de reputación y qué riesgos deberían tener en cuenta?